Selva Echagüe, bisnieta de Martiniano Leguizamón, donó piezas familiares al Museo Histórico de Entre Ríos, en un acto que compartió este viernes junto a la secretaria de Turismo y Cultura, Carolina Gaillard, y Mariel Ávila, esposa del gobernador Gustavo Bordet.
La secretaria de Turismo y Cultura de Entre Ríos, Carolina Giallard, señaló que se trata de “un hecho muy significativo que la familia done estas piezas, porque quiere decir que confía en el resguardo de ese patrimonio por parte del gobierno provincial. Hay una decisión de nuestro gobernador, Gustavo Bordet, de poner en valor estos espacios con actividades como lo que se dieron en la Noche de los Museos”.

Por su parte Selva Echagüe, nieta de Blanca Leguizamón de Rosso Guerrero, manifestó su tranquilidad “de que los objetos queden en esta institución, ya que tuvimos oportunidad de ver la profesionalidad y cariño con que trabajan aquí. Es un momento muy importante para la familia, saber que el legado de Martiniano queda ahora en manos de este Museo”.

Durante el acto, Gaillard, Ávila y Romani entregaron presentes a los familiares de Martiniano Leguizamón. Fue Ávila quien entregó el libro de Entre Ríos y saludó en nombre del gobernador. Además agradeció por el gesto de la familia de donar elementos al Museo.

En detalle, Selva Echagüe junto a sus hermanas Soledad Zavala y Paula Zavala de Bilbao y su hija Ximena González Echagüe, donó libros, manuscritos, documentación, piezas de platería criolla, mates y otras piezas históricas que pertenecieron a la colección de Martiniano Leguizamón y que dieron inicio al Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón.

Entre los elementos se destacan un poncho pampa, que la bisnieta decidió donar luego de una visita a la institución el año pasado, un sello de plata con las iniciales de Don Martiniano Leguizamón, que se usaba para lacrar las correspondencias, y una marca de yerra que pertenecía al padre del mismo; además de documentos y fotografías.

Sobre Martiniano Leguizamón

“Martiniano Leguizamón es una de las figuras más trascendentes que ha tenido la historia cultural de Entre Ríos y del país. En 1896 se estrenó Calandria, y en 1900 apareció Montaraz, obras que son pilares de la literatura argentina y americana. La poesía, el teatro, la narración y su compromiso asumiendo responsabilidades políticas son algunas de las tantas intervenciones que en sus 76 años realizó Martiniano Leguizamón”, resaltó el asesor Cultural del Gobierno de Entre Ríos, Roberto Romani.

En tanto Rubén Clavenzani, actual director del Museo, consideró que se vivió un momento “singular”. “Nos sentimos enormemente beneficiados porque esto tiene que ver con el patrocinio entrerriano. Este Museo va a seguir hablando y abriendo sus puertas, y es el mandato del gobernador que los museos no tengan objetos muertos sino animados. Así que a través de estas acciones queremos que los museos hablen y que los entrerrianos multipliquen la rica historia que tenemos, que hace al patrimonio histórico nacional”, destacó.

Presencias

La bisnieta de Leguizamón estuvo acompañada por su esposo, Jorge San Martín, y su hija, Ximena González Echagüe junto a su esposo, Gustavo Martín Prada, embajador de la Unión Europea en Estados Unidos.

En el acontecimiento también estuvieron presentes el director de Gestión Cultural, Germán Andrés; y María Ángela Mathieu, quien fuera directora del Museo Histórico en momentos de la gestión de las donaciones mencionadas.

Sobre el final de la actividad, se presentó la obra de teatro Las Aventuras del Gaucho Calandria. Se trata de una puesta inspirada en un texto de Leguizamón, que refleja momentos históricos de nuestra entrerrianía. La adaptación de la obra original fue realizada por Juan Carlos Izaguirre.

Un poncho con historia

Selva Echagüe visitó el museo el año pasado, y, al ver las perfectas condiciones y el cuidado que se le dedica a la obra y colecciones donadas por los hijos de su bisabuelo, decidió donar lo que ella y su familia aún atesoraban. Esta donación está compuesta por fotos de Don Martiniano y su familia, de la vida cotidiana, libros y escritos entre otras piezas históricas, que fueron acercadas al museo en un segundo viaje, realizado aproximadamente en marzo de este año.

En este segundo viaje, habló con el equipo del Museo sobre el poncho pampa que fuera de Don Martiniano y que estaba en guarda de su hija, Ximena Gonzales Echagüe, tataranieta de Martiniano que reside en Estados Unidos. Fue en esa oportunidad que Selva manifestó su deseo de donarlo y fue así como el poncho pampa recorrió largas distancias en tiempo como en espacio.
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