El gobernador Gustavo Bordet se reunió con María Emma Papetti, hermana del soldado secuestrado, torturado y asesinado durante la última dictadura militar, Jorge Emilio Papetti. “Al final de un camino muy largo se encuentra Justicia”, dijo el mandatario tras la sentencia en la causa Área Paraná II.
Después del encuentro de este viernes en Concordia, Bordet destacó la importancia de tener la sentencia del juicio, porque “fueron muchos años de lucha, para Margarita, que es su mamá, y de muchos en Concordia que entendemos que al final de un camino muy largo se encuentra Justicia”.

“A pesar de que pasaron muchos años, los delitos de Lesa Humanidad no prescriben, y es muy importante que en la difusión de la condena se pueda entender lo que pasó en una época para que no ocurran nunca más sucesos de esta naturaleza que han generado en nuestro país dolor, la pérdida de una generación muy valiosa y fundamentalmente para que los derechos humanos en la Argentina se respeten a rajatabla, independientemente de quién pueda detentar un cargo público”, indicó.

En ese sentido, dijo que “son derechos que nos corresponden a todas las personas, indeclinables y con este fallo se demuestra que al final del camino, la verdad siempre se encuentra”.

Respecto de María Emma, contó: "Tengo recuerdos de mi juventud y de aquellos años donde asomábamos a la democracia y se salía del horror de la última Dictadura”.

Además, de su mamá, “como tantas Madres de Plaza de Mayo en Concordia, la tenacidad de no bajar los brazos no solo cada 24 en la Plaza Urquiza, sino todos los días del año reclamando por sus hijos. Creo que el ejemplo que han dado las Madres de Plaza de Mayo a varias generaciones de argentinos tiene que tener siempre el reconocimiento porque dieron muestras de valentía en una época donde nadie se animaba a reclamar por las Madres y el espíritu que impulsa encontrar un hijo y también después con la democracia, la lucha de las Madres de Plaza de Mayo puso luz a tanta oscuridad que había dejado la Dictadura”.

El gobernador reflexionó que “se llegó, después de haber superado las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, de Indulto, a una etapa donde se pensaba que no iba a haber castigo para los genocidas, mucho tiempo después que haya condenas para quienes cometieron hechos aberrantes”.

“Falta mucho, en muchos casos que están impunes y en muchos otros que todavía tienen que ser juzgados”, completó.

Luego Bordet indicó que “tenemos que entender que al contrario de como a veces se ha querido imponer, sobre todo en los últimos cuatro años anteriores, que hay que mirar para adelante. Entendemos que sí, que hay que mirar para adelante pero hay que hacerlo sobre la base del castigo a quienes cometieron este tipo de hechos, no puede haber impunidad. Y para eso hay que continuar con los juicios por delitos de Lesa Humanidad y castigar a quienes los han cometido”.

Sentimientos encontrados

Por su parte María Emma, hermana del soldado secuestrado, torturado y asesinado durante la última dictadura militar, Jorge Emilio Papetti dijo que "tengo sentimientos encontrados, por un lado una gran alegría cuando escuché la sentencia: dos condenas a (Naldo Miguel) Dasso, jefe del Regimiento y a (José Anselmo) Appelhans, el director de la cárcel de Paraná, donde lo matan, dos cadenas perpetua, y ocho años a (Gonzalo) López Belsue que es quien lo saca de formación, quien lo detiene”.

Dijo que tuvo “sentimientos encontrados” porque “mis padres, que lucharon incansablemente desde el primer día que desaparecen a Jorge no pudieron verlo”. Entonces contó: “Mi papá muere en 1991 y mamá en 2016 y ella siguió luchando siempre con la esperanza de Justicia”.
En ese marco, indicó que lo que “aportan los juicios es Verdad, se desmorona esa mentira que dijeron de que a mi hermano se había escapado. En realidad cuando la tienen a mi madre para decirle esta mentira, ya lo habían asesinado”.

“Es importantísimo como sociedad que no queden impunes los hechos del Terrorismo de Estado en nuestro país”, enfatizó.
Respecto del acompañamiento recibido afirmó que “fue siempre, nosotros constituimos organismos de derechos humanos, nos apoyábamos, era la red que nos sostenía, las Madres, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos familiares de detenidos y desaparecidos, de presos políticos, esta fue la red que nos contuvo y mantuvo con las Madres al frente”.

“Ayer cuando escuché la sentencia, a pesar de la cuarentena y estar sola, me sentí muy acompañada, todo el mundo solidarizándose, hablando, preguntando, celebrando la condena. Tengo que decir que me quedó un sabor amargo por las otras condenas, me parecieron bastante pobres”, comentó.

Finalmente, hizo una mención especial a Jorge "Pancho" Ramírez y “Pilo” Ayala: “Jorge había sido compañero de la facultad de Gustavo, que gracias a su testimonio, a su denuncia, recién salido de la cárcel, pudimos sabe qué había pasado con mi hermano”.