A partir del acuerdo rubricado por el CGE con la UNER, los estudiantes del nivel superior de esa casa de estudios realizarán sus prácticas en escuelas de Educación Integral y colaborarán en la accesibilidad de contenidos educativos del Portal Aprender.
El Consejo General de Educación (CGE) y la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) firmaron un acuerdo de cooperación que posibilitará la realización de observaciones y prácticas académicas de estudiantes de la Tecnicatura Universitaria en Lengua de Señas Argentina (TULSA) mediante su inserción en escuelas de Educación Integral y servicios educativos para estudiantes con discapacidad auditiva de Entre Ríos.

Las instituciones educativas dependientes del CGE oficiarán como centros de prácticas que acompañarán el proceso formativo de los estudiantes avanzados de la carrera, siendo ésta una exigencia curricular del plan de estudios aprobado por el Consejo Superior de la UNER.

El acuerdo se logró a través de una reunión virtual de la que participaron por el CGE Martín Müller (presidente), Claudia Azcárate (directora de Información, Evaluación y Planeamiento), Paola Clari (directora de Educación Especial), Luisina Pocay (coordinadora de Ciencia, Tecnología e Innovación Pedagógica) y Cristina Schwab (equipo de la Coordinación de Contenidos y Ambientes Digitales Educativos). Por la FTS Sandra Arito (decana), Alfredo Romero (secretario académico), Juan Carlos Druetta y María Eugenia Almeida (coordinadores de la Tecnicatura) y Natalia Anghinolfi y Liliana Pagola (profesoras de Prácticas de Enseñanza de LSA). Müller y Arito firmaron físicamente el convenio, por separado, este miércoles por la tarde.

“Es un logro trascendental” expresó Müller, “porque lo pensamos no solo como una medida particular para la inclusión educativa de las personas sordas, sino como la necesidad de abordar integralmente, desde la perspectiva de derechos e inclusión, un lenguaje necesario en cualquier tipo de comunicación que realice el Consejo General de Educación”, agregó.

Paola Clari, a cargo de la Dirección de Educación Especial del CGE, celebró el acuerdo “de colaboración y corresponsabilidad entre los organismos” y consideró que “serán espacios de conocimiento inéditos y van a constituir experiencias fundantes y nodales para nuestras escuelas, para los equipos institucionales y fundamentalmente para nuestros estudiantes, que son nuestra razón de ser”.

El convenio contempla 15 centros de práctica para los estudiantes de la Tecnicatura en Lengua de Señas Argentinas de la Facultad de Trabajo Social, conformados por escuelas de Educación integral y por servicios educativos para estudiantes sordos. Allí los estudiantes universitarios van a trabajar sobre tres ejes puntuales: espacios de formación en diferentes niveles de LSA para los equipos docentes, para las familias con hijos en esas instituciones y un conversatorio con los cinco referentes lingüísticos adultos sordos que trabajan en escuelas dependientes de la Dirección de Educación Especial.

“Los verdaderos protagonistas van a ser los estudiantes de la tecnicatura y las familias de cada comunidad educativa que va a participar como centro de práctica, que no siempre tienen la posibilidad de acceder a una institución para seguir avanzando en su nivel de LSA”, opinó Clari, y enfatizó que el objetivo es “fortalecer la comunicación, la accesibilidad y el proyecto de vida de cada uno de nuestros estudiantes”.

María Eugenia Almeida, coordinadora de la TULSA, destacó “el enorme desafío que implica este convenio porque hacía tiempo que veníamos intentando trabajar en conjunto con el CGE en relación a lengua de señas y comunidades sordas”.

“Nos emociona muchísimo que la máxima institución educativa de Entre Ríos nos abra sus puertas para poner en marcha estos centros, que le permitirán a 60 estudiantes de LSA tener un espacio de práctica en este contexto de pandemia tan difícil para todos”, expresó Almeida.

Además de las prácticas, los estudiantes universitarios podrán sumar su trabajo a los contenidos educativos del Portal Aprender y la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación Pedagógica del CGE, lo que implicará “no solo enseñar lengua de señas a oyentes, que es el principal objetivo de nuestra carrera, sino que niños y niñas sordos podrán acceder a contenidos educativos en su propia lengua”, celebró Almeida.

Los alumnos avanzados de la carrera son de 15 provincias de la Argentina y en los últimos meses vieron suspendidos sus procesos de práctica en cada una de sus puntos de origen, debido a la pandemia.

En ese sentido, Natalia Anghinolfi, docente de la cátedra de Prácticas de Enseñanza de LSA III en la carrera universitaria, valoró el hecho de que alumnos de tantos lugares diferentes del país “hagan sus prácticas finales en escuelas y servicios de sordos de la provincia de Entre Ríos a través de cursos de LSA en diferentes niveles para docentes y familias”.

Anghinolfi también consideró fundamental “el conversatorio con los referentes lingüísticos adultos sordos que trabajan en las escuelas enseñando su propia lengua, como oportunidad de compartir e intercambiar experiencias de acuerdo a su recorrido por la carrera y las funciones de ese rol”.