Cincuenta chicos de toda la provincia participan de la 25° edición del Campamento Anual Educativo-Recreativo para niños y adolescentes con diabetes tipo 1. El principal objetivo es impulsar en ellos la educación diabetológica para que aprendan a inyectarse insulina y controlarse la glucemia.
El Campamento Anual Educativo-Recreativo para niños y adolescentes con diabetes tipo 1 cumple su 25° aniversario. La actividad es organizada por el servicio de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná, junto al comité de Diabetes en Pediatría de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) y la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del Ministerio de Salud de Entre Ríos.



Este año, el campamento se desarrolla los días 8 y 9 de noviembre en el Parque Acuático Mar de Sueños de Paraná y participan 50 chicos de toda la provincia, cuya edad va de los 9 a los 15 años. El principal objetivo es impulsar en ellos la educación diabetológica, para que aprendan a controlar la glucemia, inyectarse insulina e interpretar los valores de azúcar en sangre.



En tal sentido, desde la organización destacaron que la práctica de actividad física, el abordaje de la educación alimentaria y la posibilidad de evaluar el plan insulinoterápico en un ámbito distendido, favorecen el autocuidado y la autonomía, y refuerzan los vínculos paciente-médico-equipo de salud.



Equipo multidisciplinario



En esta oportunidad, el equipo multidisciplinario del Campamento está integrado por los médicos Ángela Figueroa Sobrero, Silvia Panzitta, Ernesto Bogado, Gerardo Traverso y Romina Spoturno. Además, participaron las licenciadas en Nutrición Luisina Iturria, Defina Heymo y Rosario Chilo; las licenciadas en Psicología Natalia Nerone y Natalia Orzuza, enfermeros Angel Bertoncello, Iván Retamar y Susana Waigandt, la profesora de Educación Física Alejandra Pérez y líder Florencia Díaz.



Sobre la actividad, la titular del Servicio de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del hospital San Roque, Ángela Figueroa Sobrero, manifestó: “El desarrollo de estas actividades es muy importante para reforzar en los chicos los conocimientos sobre cómo fluctúa la glucemia y promover en ellos la autonomía en el control de la enfermedad, que sepan de qué se trata y puedan controlarse sin depender de los padres”.



Figueroa Sobrero, además, se refirió a la importancia de haber llegado a las 25 ediciones: “Es un gran logro porque detrás hay mucho esfuerzo y el trabajo de un gran equipo de profesionales” Además, destacó: “La educación diabetológica es fundamental para ofrecerles a los chicos un futuro mejor. Buscamos que puedan vivir una vida plena”.



Cabe destacar que el hospital San Roque es el principal centro de derivación de la provincia, donde se atiende a los niños con diabetes tipo 1 (insulinodependientes) desde el nacimiento hasta los 15 años inclusive. Allí se maneja un flujo estable de unos 200 chicos: si mantienen un buen control asisten cada mes y medio o dos meses, y en los casos captados más recientemente se los observa de una a dos veces por semana en el servicio.