Junto a los ministros de Producción y de Economía, Juan José Bahillo y Hugo Ballay, respectivamente, empresarias de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Entre Ríos abordaron la coyuntura del sector metalmecánico.
La aceleración del ritmo de producción y comercialización que acusa el sector desde el año pasado, formó parte de la agenda que los funcionarios trataron con María Antonella Fontana, Julieta Gross y Mariela Lambert, en la tarde de este lunes en Casa de Gobierno.

“Que productores, industriales y transportistas elijan implementos y maquinarias hechas en Entre Ríos habla de la calidad de los fabricantes y es indicativo del crecimiento del sector. Desde el Estado la tarea es apuntalar esta actividad forjada con inversiones genuinas de empresarios que arriesgan capital para generar empleo privado genuino”, sentenció Bahillo durante el encuentro, del que también participó el secretario de Desarrollo Económico, Pedro Gebhart.

Los funcionarios y las dirigentes hablaron de la creciente demanda de productos hechos en la provincia, el rol de la entidad como polea de transmisión de propuestas y proyectos hacia el sector público y el financiamiento necesario para promover oportunidades de negocios.

“Veníamos de una serie de años complicados en término de comercialización, pero desde 2020 damos cuenta de una reactivación que hoy continúa” describió Fontana. Por su parte, Lambert apuntó: “Debimos contratar más gente porque la demanda creció de una manera importante”. En tanto, Gross analizó que “el sector productivo reinvierte utilidades en maquinarias, implementos y todo lo que sea modernización para mejorar el trabajo y los implementos que hacemos de Entre Ríos son una opción”. “Este sector es un gran generador de trabajo” dijo Lambert al poner en valor el rol de la industria metalmecánica en la diversidad de pueblos y ciudades donde están radicadas las fábricas que sirven al transporte, el campo y su industria.

Acerca de la pandemia y el impacto en el sector, dejaron saber que, a diferencia de lo que sucede en los grandes centros industriales argentinos, en la provincia la distancia no es un problema para los trabajadores, que por lo común viven cerca de los talleres y la aplicación de los protocolos sanitarios son rigurosos.