A través del Programa Provincial de Educación Ambiental (PEA) de la Dirección de Información, Evaluación y Planeamiento se ofrecerán ciclos de capacitaciones en educación ambiental en relación a «Escuelas y territorio».


El titular del organismo educativo central, Martín Müller consideró “es una iniciativa muy valiosa porque habla del compromiso de una empresa con gran arraigo regional como LAR para con el cuidado del ambiente y también la voluntad de articulación con el sector público”.


También “cómo desde el CGE y del PEA potenciamos esto que podría ser simplemente una donación de árboles en conocimiento y educación sobre nuestras especies nativas, la importancia de la biodiversidad y un trabajo que no está desvinculado de lo que sucede en el aula porque en cada escuela donde estamos avanzando en la implementación de esta propuesta hay una capacitación a los docentes y un trabajo muy activo de nuestros estudiantes”, compartó Müller.


A su turno, el director de la Fundación LAR, Leandro Jacob celebró la firma del convenio, “porque nos permite formalizar unas acciones que estamos desarrollando en la Red de Escuelas Rurales de la Cuenca del Espinillo y a la vez nos abre la puerta para seguir trabajando en distintas Cuencas, no solo del departamento Paraná sino en zonas adyacentes, donde tiene influencia la Cooperativa de la Agrícola Regional y a la vez, donde estamos desarrollando el proyecto ArboLAR”.


“Esto tiene que ver con desarrollar la cortina forestal de estas escuelas rurales tan importante para protegerlas del sistema productivo y a la vez que esto genera un montón de puntas para abordar lo educativo de estas especies nativas que estamos trabajando y toda la necesidad de plantar árboles que estamos viendo en estas instituciones”, contó Jacob.


La responsable del Programa de Educación Ambiental del CGE, Cristrina Martínez aseguró “la idea es construir un cuerpo teórico en relación a la valoración de las plantas nativas y la potencialidad de nuestros árboles como posibles cortinas forestales, no solo como una cortina que proteja y preserve a la escuela sino también como por ejemplo frutales”.


Seguidamente manifestó “es una importante oportunidad de seguir construyendo una educación ambiental que no solo contemple los conocimientos y los saberes académicos sino también los saberes empíricos y propios de la región”, valoró Martínez.